Por la defensa de la Constitución de Montecristi

En defensa de la Constitución de Montecristi ...











martes, 1 de marzo de 2011

MONTECRISTI VIVE: En Manabí exasambleístas de Alianza País lanzan el movimiento 'Montecristi Vive'

En Manabí exasambleístas de Alianza País lanzan el movimiento 'Montecristi Vive' 

http://www.ecuavisa.com/noticias-nacionales/34218-en-manabi-exasambleistas-de-alianza-pais-lanzan-el-movimiento-montecristi-vive.html 
 
Martes 01 de Marzo de 2011 19:35

Exasambleístas del movimiento País, encabezados por Alberto Acosta y Betty Amores, lanzaron este martes en Montecristi, provincia de Manabí, el frente denominado 'Montecristi Vive', que se opone a la consulta popular planteada por el Gobierno.

Un homenaje al general Eloy Alfaro, con la colocación de una ofrenda floral en su mausoleo en Montecristi, antecedió al lanzamiento oficial del frente 'Montecristi Vive'.
En el Municipio del cantón manabita ante poco más de 100 personas, exlegisladores como Fernando Vega, Betty Amores y Gustavo Darquea, expusieron que la finalidad de su agrupación es defender la Constitución elaborada en Montecristi y confirmaron que no apoyan la consulta popular.
El acto concluyó con un conversatorio con los asistentes.

MONTECRISTI VIVE: Consulta Popular o la tentación del poder, por Leonardo Ogaz Arce‏

01-03-2011
Consulta Popular o la tentación del poder



Una vez ratificado el referéndum-consulta popular por el tribunal constitucional, el escenario político del próximo futuro del Ecuador estará copado por la campaña electoral donde se confrontará el Sí gubernamental en contra del No oposicionista.

El referéndum-consulta tiene como eje fundamental el problema del poder en el ámbito de la justicia. Este referéndum contiene 5 preguntas para modificar la constitución y 5 preguntas de consulta general. Su constitucionalidad es bastante discutible, pero no vale extenderse más en esto, puesto que el fallo del tribunal que perfeccionó las preguntas es inapelable.

¿Qué es lo que provocó esta nueva contienda?
Primero un problema real, objetivo, el país está, de alguna manera, tomado por la delincuencia y la justicia se ha mostrado inoperante y corrupta. Además los nuevos mecanismos constitucionales se han demostrado absolutamente lentos e ineficaces para resolver los problemas judiciales. Es aquí donde surge la tentación del poder. El gobierno decide intervenir en el poder judicial para modificar las condiciones de operación en esta esfera. Esto claramente atenta contra la independencia de los poderes consagrada en la actual Constitución, lo cual constituye un atentado, no menor, al derecho liberal burgués en que se sustenta la misma. Pero en realidad el problema principal no es el de la juricidad en abstracto sino el problema político. La cuestión de fondo radica en que el gobierno quiere más poder para combatir un problema complejo y estructural. Un régimen presidencialista que ya concentra cuotas importantísimas de poder, quiere más poder.

La segunda razón tiene que ver con el tipo de apoyos en que se sustenta el gobierno, que si bien cuenta todavía, de acuerdo con las encuestas, con un amplio respaldo, este sostén es del tipo electoral populista, no se sustenta en una organización popular o en una movilización de sectores con conciencia de sí, lo cual lo pone en una situación de fragilidad constante, para combatir esta debilidad necesita reafirmarse permanentemente en las urnas.

Es evidente que otorgarle más poder a este gobierno, es un peligro enorme, existe el temor fundado que se acentúe las tendencias autoritarias cada vez más pronunciadas que ha ido tomando la acción gubernativa.

A lo anterior es necesario sumar el inocultable giro derechista que ha ido tomando la acción gubernamental, incluso el propio referéndum recoge tesis socialcristianas para enfrentar el problema de la seguridad ciudadana.

De parte del movimiento indígena existe una clara decisión de jugarse entero por el No en este referéndum-consulta y tienen poderosas razones para ello, existen 200 dirigentes de los pueblos originarios con juicios por terrorismo. Esto fue el resultado de la lucha en defensa del medio ambiente y en contra del extractivismo minero. Esta tendencia a judicializar la protesta social es marcada y rotunda de parte del gobierno.

El gobierno ya ha tenido un costo político importante al convocar a este referéndum- consulta, una parte relativamente importante de sus aliados se ha retirado del movimiento político gobernante, es el caso de Ruptura de los 25, también una diputada, Betty Amores, ha renunciado al bloque parlamentario oficial y un importante dirigente de Alianza País de la provincia de Guayaquil, Gustavo Darquea, siguió el camino de la desafiliación del movimiento oficialista. Junto a esto la mencionada convocatoria logró consolidar el distanciamiento de otros importantes dirigentes que ya se habían retirado antes como es el caso de Alberto Acosta, Manuela Gallegos y Gustavo Larrea entre otros.

A pesar de lo anterior y de acuerdo a las primeras estimaciones el gobierno podría ganar el referéndum-consulta, pero de alguna manera y en alguna forma la Constitución recientemente aprobada quedaría con menor legitimidad, ya que reformar una constitución a poco más de dos años no es una buena señal de la validez de la misma.

Tanto la oposición de derecha como la de izquierda se han pronunciado por el No y están tratando de hacer de este referéndum-consulta no tanto un debate en torno a los problemas específicos planteados, como un pronunciamiento sobre el conjunto de la gestión gubernativa. Se está a favor del gobierno o se está en contra.
No obstante también existen sectores que buscan generar un amplio debate sobre los derechos, la defensa de la constitución y otros temas que contribuya al desarrollo de una cultura política que logre elevar los niveles existentes. Que es caso del grupo que lidera Alberto Acosta.

Para la izquierda hay una cuestión que es clave, diferenciarse claramente de la vieja derecha oposicionista.
En las preguntas de la consulta propiamente dicha, es decir, no en el referéndum, existen por lo menos dos temas que podrían hacer pensar en una respuesta positiva, una es la pregunta que tiene que ver con el maltrato a los animales por diversión y la otra que dice relación con aplicar sanciones a los patronos que no pagan el seguro social. El responder afirmativamente estas preguntas permitiría diferenciarse de la oposición derechista.

Una victoria del Sí en la pregunta sobre los espectáculos sangrientos donde se tortura animales posibilitaría hacer una ley que sancione la muerte y el maltrato de estos por diversión, esto afectaría sobre todo a las corridas de toros y a las peleas de gallos; en el caso de las corridas de toros también se argumenta que sería una forma de romper con la matriz cultural del colonialismo.

El votar por estas dos preguntas Sí y las ocho restantes No, sería para la izquierda una buena manera de diferenciarse de la oposición derechista desde la defensa de los intereses de los trabajadores por una parte, y por otra parte, en el caso del maltrato animal se fortalecería el respeto a la naturaleza consagrado en la Constitución y sería un respaldo a las movilizaciones de la juventud rockera anti taurina.

Hay quienes alegan que lo del seguro social está en la Constitución, lo cual es cierto, pero un voto Sí, sin duda reforzaría la disposición constitucional, permitiendo además hacer una ley específica que sancione a aquellos patronos que dejan a los trabajadores sin protección social y le niegan una vejez digna.

MONTECRISTI VIVE: Nadie gana todos perdemos, por Carlos Castro Riera‏

Nadie gana todos perdemos
 
Carlos Castro Riera
Diario El Mercurio de Cuenca, 1 de marzo del 2011
 
La Corte Constitucional,  ha dado luz verde para realizar el referendo y la consulta popular. Lo ha hecho dando una “mano de gato” de constitucionalidad, pero en esencia la inconstitucionalidad persiste, ya que algunas de las llamadas enmiendas constitucionales tienen por objeto y efecto restringir derechos y garantías,  alteran la estructura fundamental, el carácter y elementos constitutivos del Estado,  y aquello solo puede tramitarse a través de una Asamblea Constituyente.
 
Curioso resulta que habiendo solicitado el Presidente de la República a la Corte Constitucional que se pronuncie sobre “cuál de los procedimientos determinados por la ley es el que corresponde aplicar, así como para que emita la sentencia correspondiente respecto de la constitucionalidad de la convocatoria a referendo, y sobre la constitucionalidad de las preguntas a efectuarse junto con los respectivos considerandos”, la Corte al momento de resolver propone la modificación de las preguntas.
 
Entramos a una coyuntura política donde lo que está en juego es el proyecto político que proclama la Constitución y la democracia, y aquello es diferente a apoyar o no al gobierno. En el régimen existen algunas tenencias y es  la neoderecha enquistada la que acecha los logros y avances progresistas.
 
La Constitución se ha vuelto un estorbo, para las tendencias autoritarias del poder político, la división del poder y la consecuente separación de funciones, esencia de la organización republicana y democrática del Estado, choca con  afanes concentradores de poder.
 
Todo podría quedar finalmente  en manos de un Fiscal de Fiscales de un Juez de Jueces, de un “yo supremo”, trino y uno, que califica y descalifica, a cada uno de los servidores judiciales.
Lesionado el principio esencial del Estado Constitucional como es la división de poderes, y amenazada la independencia de la función judicial, la institucionalidad democrática establecida en la Constitución se puede desvanecer muy pronto y la desinstitucionalización del país se advierte en el horizonte.
 
Al margen de los resultados de la consulta y el referendo, tendremos un país más dividido, con un torrente acumulado de pasiones y la política cambiará de escenario y propósitos para la mayoría y minoría modificadas numéricamente. Los grandes problemas y  nudos políticos del país quedarán pendientes, ya que éstos para resolverse demandan consensos y no ahondamiento de  disensos.
 
Nadie ganará y todos perderemos en un país que nuevamente  entra en la senda de la desilusión, la desesperanza, la sensación de que una vez más otra Constitución naufraga y con ello el cambio, en esta vez, a escasos dos años y meses de su vigencia, naufragio parecido al que sucedió con la Constitución de 1945.
 
Estamos viviendo el desenlace del proceso de desvinculación del poder político del movimiento constituyente que culminó con la aprobación de la Constitución,  circunstancia que influirá en lo inmediato en los resultados de la consulta y decisivamente en el futuro mediato del Ecuador
 
El país podría perder una oportunidad histórica para generar una nueva institucionalidad democrática basada en el respeto irrestricto a la Constitución cuyo programa económico, social y político proponía un orden basado en más equidad, donde nunca más existan dueños del país y de la justicia.
 
La derecha política no pudo avanzar en su estrategia desde fuera del gobierno, pero al parecer si pudo desde dentro.